Llevaba un hacha en la mano y una mochila en la espalda, seguía las
ordenes de sus superiores de ir directo a su destino cumplir su misión y
regresar a la cabaña sin hablar con nadie. El bosque estaba húmedo y el
fogaje lo asfixiaba sin embargo seguía su camino sin titubear.
Antes de llegar escuchó las risas de unas mujeres cerca de la carretera a
su izquierda, El hombre se detuvo a pensar si averiguaba de que se
trataba o seguía su propio rumbo, el llanto de un bebé lo hizo decidir
desviarse e intentar mirar de que se trataba. Él se detuvo desde una
distancia en la que podía observar sin ser visto. Dos mujeres intentaban
arreglar el vehículo, una metida bajo el capo de auto, la otra llevaba
en brazos un bebé. Desde lejos se veía que no podían arreglar el coche.
El hombre colocó el hacha y la mochila a un lado y se acercó a la
mujeres presentándose primero y recalcando que se dirigía a su trabajo y
las había escuchado, asustadas se colocaron a un lado y lo dejaron
arreglarles el auto, el hombre supo que seguían teniendo miedo pero no
contaban con otra opción si querían irse pronto de allí.
Ajustó un par de cosas y consiguió echarlo a andar advirtiéndoles que
debían detenerse en la próxima estación de gas y pedir mantenimiento.
Ellas se lo agradecieron y se apresuraron a subir a su coche e irse. El
hombre miró el auto marchar y se preguntó para qué se molestó en ayudar
si las mujeres nunca dejaron de sentir pánico. Retomó su hacha y su
mochila y siguió su camino sabiendo que faltó a una de las indicaciones
de su jefe. Detenerse a ayudar a las mujeres indicaba que habló con
alguien, si se enteraba le iba a ir muy mal. El hombre se apresuró a
seguir y por fin llegar al destino indicado.
Con el hacha se abrió paso en medio de la espesa selva que ocultaba la
cabaña que debía visitar. Por fin la vio y monto vigilancia hasta
esperar a la persona que le indicaron. Después de varios minutos se
acercó un carro, el hombre se preparo y de la mochila sacó un rifle de
largo alcance lo armó y se posicionó para cumplir con su misión, debía
acabar con la vida de otra persona, eso era lo único que sabía hacer y
le pagaban bien así que hizo de esa habilidad su modo de vida. Se quedo
mirando por la mira del arma y se dio cuenta que venía detrás otro coche
y este le resulto muy conocido. Eran las mujeres que había ayudado, se
bajaron del auto, la chica con el bebé se le acercó al sujeto apuntado
con el arma mientras el hombre lo observaba todo por la mirilla, le dio
el bebé y por fin el asesino supo porqué había ayudado a aquellas
mujeres.
Mientras el pequeño sonreía en brazos del que parecía ser su padre, el
hombre recogía el arma. Ese día aquel hombre resultó ser un maldito
hombre afortunado, la vida le regalo otro día que quizás mañana no
tendría.
Nota de administración: La autora cuenta con su propio blog en donde ha publicado este relato, si deseas dejarle un comentario accesa a su blog: Relato Vivo/El hombre afortunado.
Nota de administración: La autora cuenta con su propio blog en donde ha publicado este relato, si deseas dejarle un comentario accesa a su blog: Relato Vivo/El hombre afortunado.
Hola Viviana.
ResponderBorrarEs un relato muy cortito y fácil de leer, sino fuera porque cuando el hombre que lleva el rifle no me queda muy claro si hay otra persona con el rifle o es él mismo, creo que falta algún detalle más en la descripción.
El conjunto del relato está bien planteado y desarrollado.
Enhorabuena Viviana por tu escritura.
Saludos
¡Hola Biviana!
ResponderBorrarAquí me tienes devolviéndote con gusto la visita.
Debido a que no hay nombres y solo sabemos que hay tres personajes en la historia, posiblemente cuatro, las dos mujeres y el hombre del hacha, esta parte de tu historia “Eran las mujeres que había ayudado, se bajaron del auto, la chica con el bebé se le acercó al sujeto apuntado con el arma mientras el hombre lo observaba todo por la mirilla, le dio el bebé y por fin el asesino supo porqué había ayudado a aquellas mujeres”, es confusa.
“La chica del bebé se acerco al sujeto apuntado con el arma…” Esas mujeres al principio parece que vienen de esa cabaña y se retiran de allí, pero luego regresan y la que trae el bebé ¿También tiene un arma y le apunta al sujeto a quien el hombre del hacha debía matar?
“le dio el bebé y por fin el asesino supo porqué había ayudado a aquellas mujeres” ¿Se dio cuenta que las ayudo porque eran familia de quien debía matar y ante ese hecho no lo hizo?
Sí esa misma mujer le da el bebé al sujeto, ¿por qué le apuntaba con un arma si resulta ser el padre?
BIviana, hay ciertos elementos en tu relato que sobran o que no concuerdan. En general es una buena historia a mi juicio con ciertas correcciones sobre todo en la parte donde el del hacha mira por la mirilla, la escena quedaría mejor.
¡Nos seguimos leyendo!
Hola Biviana,
ResponderBorrarTu relato está bien estructurado, pero debo decirte que me he liado un poco con el hombre del hacha y el del rifle; no sé si se trata de la misma persona, entiendo que si. He visto algunas faltas de ortografía: "monto, preparo, quedo" que sin darte cuenta te habrás dejado el acento.
La historia en general está chula.
Un saludo y nos leemos.
Rosanna