jueves, 17 de mayo de 2018

LOS RUMORES DEL BOSQUE - Helena Sauras


Un excursionista encontró la cueva más buscada a finales de 2017. Gracias a sus cálculos y, a su intuición que nunca fallaba, había dado con ella. Llamó a las autoridades para decir que había encontrado en su interior tres esqueletos: el de un adulto, el de una bestia difícil de catalogar y el de un niño. 

Los tres permanecían tendidos cubiertos por el polvo y escondían una entrañable historia, que no sería contada si no fuera por el viento, que entró en la cueva y se llevó los rumores hacia el bosque, convirtiendo en leyenda lo acontecido en la cueva del dragón años atrás.

***

1985

—Tiene que ser aquí.

—¿Vas a quedarte en la entrada como una estatua? —le preguntó Tobías tirando de su chaqueta. 

—Ya voy.

Entraron en la cueva que se ensanchaba conforme entraban. En medio de ella, una frase. El niño, que hacía poco que había aprendido a leer, la leyó asombrado: «Contra todo tu mal, el dragón actuará». 

Tobías suspiró porque el mal lo conocía bien a su corta edad y, se sentó en un pequeño asiento de piedra esperando al dragón. Una oscura figura se fue acercando lentamente a ellos. 

—Papá, tengo miedo. ¿Hay lagartijas?

—No tenemos nada que temer. 

El dragón les observaba sin mediar palabra. Asistiría a una pequeña escena familiar.

—¿Nos quedaremos a vivir aquí? —preguntó el niño al cabo de unos segundos en las que acarició al dragón y vio que no pasaba nada.

La bestia se rindió al cariño de la mano del niño. Tobías sentía cómo la naturaleza había creado esa bestia para protegerlo. El dragón con sus garras y sus grandes alas asustaría a las pequeñas lagartijas que abundaban en sus pesadillas.

—No, hijo. Tenemos que partir antes de que anochezca.

—Yo quiero vivir también contigo —le dijo el niño apretando fuerte su chaqueta.

Al padre le dolió ese abrazo más de la cuenta. Su hijo le pedía a gritos lo que un juez le había negado.

—No puede ser —dijo el hombre entre lágrimas—. No deberíamos estar aquí o te acabaré perdiendo para siempre.

Nada, ni tan siquiera el dragón, podría suplantar la ausencia de su padre cuando fuera entregado a su madre. 
El hombre aspiró el olor de su hijo que olía a un sudor suave, y oyó un fuerte estruendo debido a un estornudo del dragón que se había emocionado. Ahora fue un padre asustado quien tiró de Tobías para llevarlo hacia la salida de la cueva.

***

Por más que lo intentaron, se encontraron con una salida tapiada. Diferentes rocas habían caído de la montaña y eran imposibles de mover, ni tan siquiera el dragón pudo hacerlo.

—Deseé con todas mis fuerzas que eso pasara...

—Vamos, —dijo el padre dándose la vuelta— tenemos que encontrar otra salida.

Encontraron una larga galería que conducía hacia otro lugar, pero tampoco existía salida para su desesperación. 

***

Durante la primera noche que pasaba en la cueva, pensó en ella, en el sufrimiento que le ocasionaría perder a su único hijo. Hasta hacía poco era su mujer y, mientras su relación se quebraba, Tobías sufría las consecuencias más tristes. Nadie sabría que había raptado a su pequeño para retenerlo unos instantes más, antes de que la separación se hiciera más que evidente. Siempre había tenido intención de devolverlo.

Estuvo días gritando ayuda, pero solo los animales habitaban en el bosque y nadie les auxiliaría. Fueron noches en las que la magia y la compañía de aquel reptil estuvieron presentes hasta su muerte. 

Al cabo de unos pocos días, exhausto y desnutrido, Tobías se subió al dragón y le susurró su último deseo:

—Enséñame a volar.

El dragón, con los ojos húmedos porque sabía que ninguno de los tres tenía escapatoria, movió sus alas y de esa forma, Tobías se despidió del mundo convirtiéndose en espíritu de aquella cueva. 

El padre, roto de dolor, se quedó en un rincón, porque algo le impedía abrazar el cuerpo inerte de su hijo. Y de su desesperación brotó esperanza cuando comprendió que él se convertiría en guardián del dragón a la espera que alguien descubriera aquella guarida perdida entre las montañas. 

Fueron sus lágrimas las que fueron filtrándose por el suelo, las que cayendo una a una como estalactitas errantes, fueron abriendo otra salida camino hacia la vida.

6 comentarios:

  1. Buenas, Helena.

    Un relato muy triste y trágico, aunque me ha gustado como lo has llevado.

    No termino de entender si hay alguna metáfora detrás de la historia, a parte de la desdicha del padre por no poder entregar a su hijo, pero aun así me ha gustado leerlo.

    Un saludo.

    IreneR

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  2. Hola Helena, gracias por leerme y comentar.
    Un relato muy acogedor, pero me ha gustado. En una historia tan corta has hecho que la escena transcurriera en una cueva y con un dragón, con su propia introducción, nudo y desenlace ¡has cumplido el reto!.
    No he visto faltas de ortografía y creo que los signos de puntuación están bien aplicados.
    Te leo en el próximo texto.
    Un saludo. Rosanna

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  3. Hola Helena

    Tu cuento muy triste y en su fondo tiene una historia muy real, un padre que quiere estar más tiempo con su hijo antes del divorcio y más bien, juntos, van a la muerte. Una madre que pierde a los dos. A lo que lleva las malas decisiones, posiblemente desde el principio como pareja.

    En mejorables tienes palabras y el nombre Tobías varias veces y hasta seguidas en un texto corto.

    «Ni tan siquiera», no me suena bien, he buscado otros criterios y aunque mencionan que es una expresión antigua, algunos la aprueban, otros dicen mejor usar «ni siquiera».

    Disculpa si no me extiendo más, es que estoy con limitaciones tecnológicas como ya explique en literaturas.

    Nos seguimos leyendo.

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

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  4. Parte 1/2
    Saludos Helena:

    Siendo que estas debajo de mi texto, me toca revisar el tuyo con las bases que nos pide el taller:

    Forma: lo primero que he notado, y creo que fué un desliz, es que si leemos el texto tal cual, hay un poco de confusión con la primera escena con diálogo del relato y el resto: Que el niño se llama Tobías. En la primera escena nos cuenta:
    "—¿Vas a quedarte en la entrada como una estatua? —le preguntó Tobías tirando de su chaqueta."--> Aquí parece que el niño Tobías es quien pregunta, y el error creo que es la ausencia de una "a" como conector:
    "—¿Vas a quedarte en la entrada como una estatua? —le preguntó a Tobías tirando de su chaqueta."
    A lo largo del texto, nos encontramos con párrafos con palabras repetidas: En el primer párrafo repites: había y cueva, en el párrafo donde el niño encuentra al dragón, escribes repetido: bestia; en el tercer párrafo (Durante la primera noche...), escribes repetidamente: más y otros había. En la última frase, utilizas demasiados: Fueron, para un espacio tan corto.

    Tengo dudas con esta frase: "Los tres permanecían tendidos cubiertos por el polvo y escondían una entrañable historia, que no sería contada si no fuera por el viento, que entró en la cueva y se llevó los rumores hacia el bosque, convirtiendo en leyenda lo acontecido en la cueva del dragón años atrás."
    Su puntuación creo que no es la adecuada, te explico, estás usando dos "que", como pronombre y conjución. La primera coma, (haciendo que sea una frase explicativa) no debería marcarse a mi criterio en ese punto: Sino algo así: "Los tres permanecían tendidos cubiertos por el polvo y escondían una entrañable historia que no sería contada si no fuera por el viento, que entró en la cueva, y se llevó los rumores hacia el bosque, convirtiendo en leyenda lo acontecido en la cueva del dragón años atrás."
    ¿Por qué? si dejamos la frase "que no sería contada si no fuera por el viento, que entró en la cueva,", si elíminamos esa "explicación", el siguiente "que" no se comprendería. Es decir, que toda "explicación", aun obviandola, las frases deben comprenderse. Te la marco sin ella: "Los tres permanecían tendidos cubiertos por el polvo y escondían una entrañable historia que no sería contada si no fuera por el viento, que se llevó los rumores hacia el bosque, convirtiendo en leyenda lo acontecido en la cueva del dragón años atrás." Espero ser clara en ese punto y no confundirte. Es decir, cuando usamos un que y tenemos una explicación, no debe ponerse coma para no perder el sentido consecutivo.

    En el aspecto formal, debe evitarse el uso de una Y después de punto. "...de su hijo. Y de su desesperación..." Es un punto con el que yo mismo me toca lidear, pero se prefiere usar otro tipo de marcador/conector. En nuestro idioma se pide que si la frase se comprende sin la Y, debe elíminarse. Concuerdo con lo observado por Yoli, lo correcto es "ni siquiera".

    (me extendí y el formato no me deja cargarlo en un solo comentario)

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  5. Parte 2/2

    Contenido: En el aspecto de historia, mi persepción ha sido diferente a tus lectores anteriores. Me ha parecido confusa y sin un cierre. Tenemos a un padre que en apareciencia desea compartir un tiempo con su hijo (que parece se lo ha llevado); y lo esconde en una cueva. La frase que lee el niño, no le encuentro sentido a lo largo de la historia, ni en su final. Tampoco los tiempos, son cortados y transcurren de forma abrupta, como el hecho que el niño toque al dragón sin que su padre lo haya visto antes, o no reaccione ante el animal, ni nos indica si sabía de antemano que estaba ahí. Luego abruptamente nos enteramos que la salida está tapiada (pero no tenemos un temblor, una tormenta o algo que haya ocasionado dicho evento), ninguno de los tres puede salir, sino esperar solo la muerte. El niño muere primero, fallece el padre, quien se reconoce a si mismo como un protector del dragón: "...fueron abriendo otra salida camino hacia la vida." Pero esto no tiene sentido con la idea que en esa cueva se encontraron los huesos de un niño, un adulto y un animal no determinado, por lo que "la vida" no la veo tal cual, ni aun como una metafora.
    Penosamente para bien o mal, leo entre líneas, y el relato creo que no llegó a concretarse con lo que tenías en mente. Superficialmente vemos una trágedia. Los tres fallecieron; pero el relato no amarra esos conectores que fuiste dejando a lo largo del texto.

    Opinión Personal: La idea me parece atractiva si hubiera más información, no tuvieramos esos baches, la coherencia entre el inicio, las claves y lo acontecido fuera mucho más claro en esas conexiones. Visualmente me parece muy atractiva, pero no me sentí identificada con ninguno de los personajes, los vacios existenciales me fueron muy profundos y con toda la pena, no pude comprender qué estaba leyendo.

    Sigue escribiendo ya que tienes potencial, pero no te olvides de que la trama de tu historia puede ser profunda, aún en un espacio reducido.
    ¡Nos leemos!

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  6. Hola Helena:
    Muchas gracias por tu visita y los comentarios a mi relato.
    Ya K.Marcé te ha señalado todo lo que puede mejorarse y en general no me gusta machacar sobre lo ya dicho.
    La historia es triste, bella y,sin dragón a la vista, muy actual.
    Me ha gustado.
    Nos seguiremos leyendo

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