“Truetelino era el dragón más solitario del mundo. El resto de la
manada, unos animales muy belicosos y antipáticos, le habían desterrado a
la cueva de Maijera, junto a la fuente del Hierro. No hablo de un
lugar imaginario la gruta existe la podemos encontrar entre Bronchales y
Orihuela, dos pueblos que donde Teruel y Castilla y León se dan la mano
por el sur, así que mejor sería decir el pie”.
Ángel y Laura miraron a su padre con disgusto, les molestaba que
interrumpiera las historias con chistes fáciles, pero callaron porque si
se lo decían se quedarían sin conocer el final de la historia.
“Cuando le expulsaron Truetelino tuvo que bajar solo y tenía mucho,
muchísimo miedo. Con gran esfuerzo vomitó pequeños haces de fuego e
iluminó el camino hasta que llegó a la caverna. Fue un gran sacrificio
porque Truetelino era un dragón de temperatura fría. Tampoco rugía,
caminaba con delicadeza y el color de su cuerpo no era negruzco, sino
dorado con una aleta dorsal punteada de pecas negras. Era un dragón
diferente, un animal fantástico.
La cueva era pequeña, húmeda y oscura, sería imposible conseguir comida
en aquel lugar. Truetelino se alimentaba de vegetales, pero allí no
crecía ni siquiera el musgo. Intentó varias veces volver a escupir fuego
para calentar e iluminar el espacio pero fue incapaz. No podría
sobrevivir durante mucho tiempo, moriría pronto”
Los niños se escondieron bajo las sábanas.
−Papá hay que salvar al dragón –dijo Ángel−. Y Laura corroboró.
−Pero yo no puedo cambiar la historia. Lo que os estoy contando es real.
--Podemos hacer lo que queramos –continuó Laura− Mira nosotros aquí en
la cama estamos también en una cueva. Si cerramos los ojos nos vamos a
donde queramos, Truetelino puede hacer lo mismo
− Truetelino –continuó el padre− no sabía hacer eso. Estuvo una semana
deambulando por la cueva y poco a poco sus ojos se fueron acostumbrando a
la oscuridad. Sin saber por qué un día reemprendió el camino de vuelta
a la superficie. No pretendía salir porque todavía tenía miedo a sus
congéneres, pero al menos podría ver la luz. Asomó la cabeza, estaba
anocheciendo, pronto saldrían las estrellas y podría contemplarlas
durante un buen rato. Una tarde un joven leñador le vio y avisó al
pueblo de que en el pinar se escondía una bestia. Truetelino siempre se
había quedado en la boca de la cueva, pero pronto le atribuyeron las
desapariciones de ganado y los robos que se estaban produciendo en los
alrededores. Una noche esperaron su salida, y nada más asomar la cabeza
arrojaron sobre él kilos y kilos de piedras. El animal plantó cara a
sus agresores, se revolvió y barrió con su cola al grupo, después se
retiró. Durante muchos meses se sucedieron las escaramuzas. Los hombres
no se atrevían a entrar a la cueva para acabar con Truetelino, así que
idearon apilar en la boca de la caverna una tonelada de madera. Le
prendieron fuego y durante tres días y tres noches la humareda lleno el
cielo”.
−¡Oh no! El dragón murió? –dijeron los niños a la vez.
“Pues no se sabe. Unos dicen que sí. Su sangre se mezcló con las aguas
subterráneas y por eso la de la fuente próxima tiene ese sabor a óxido
que le ha valido el nombre de fuente del Hierro. Otros por el
contrario, afirman que Truetelino pudo escapar por otra salida que,
acuciado por la necesidad, encontró casualmente. Y una vez fuera se
camufló entre el humo de la hoguera con la que sus agresores pretendían
darle muerte”.
Hola Jesus
ResponderBorrarEres uno de los tres relatos que con agrado debo visitar.
El cuento (que más me parece una leyenda, ya me dirás si es así) es bello, me imagino las caritas de los niños asustados.
Respecto a mejorables, notó 9 veces el nombre del dragón en un relato corto, que podrían cambiarse algunos sin que afecte y se entienda bien a quien se refiere.
-Algunos errores con el guión largo, entre ello que al comenzar no despegar de la primera letra.
-Mostrar en lugar de contar, es algo que a mí también me cuesta, lo puedes utilizar cuando hablas de características del dragón, la cueva, etc
-Veo otras cosillas, pero estoy dsd el móvil y no soy muy diestra en escribir.
Mi relato el #16 por si deseas visitarme.
Nos seguimos leyendo.
Hola Yoli efectivamente es un cuento basado en las cosas que se dicen en torno a la fuente del Hierro. Muchas gracias por tu comentarios. Los tendré en cuenta a la hora de retocar el relato. Lamentablemente no lo dejé reposar y después vi que podría haberlo hecho más redondo, así que que pondré a ello. Pasaré por el tuyo.Un abrazo, Mª Jesús
BorrarBuenas, Mª Jesús.
ResponderBorrarMe ha gustado mucho tu relato, leyenda. De alguna manera, me ha recordado a las historias que me contaba mi padre cuando era pequeña, con pausas incluidas.
A parte de lo que ha dicho Yoli, creo que habría que mirar un poco la puntuación, creo que faltan algunas comas, pero no soy muy experta en esos temas.
Un saludo.
IreneR