jueves, 17 de mayo de 2018

La honorable y grandiosa hazaña de Rodrigo III - Jesús López


Una gran espada y reluciente armadura. Un caballo negro y unos músculos de ensueño. Su belleza solo era comparable a su gran altura. Ese es Rodrigo III, un gran guerrero (algo lerdo) que se encuentra frente a la cueva de un dragón. Pero no es cualquier dragón, para Rodrigo es EL dragón, es EL asesino de su padre Rodrigo II y su abuelo Rodrigo I.

Deja al caballo en la entrada. Se dispone a entrar. El miedo no existe y su sangre esta ardiente debido a la rabia pero dentro de poco acabaría el sufrimiento de su familia.

Llega a un claro bastante grande al fondo de cueva. Tira la antorcha. Examina con determinación. A la derecha hay un atril con un gran libro y al fondo a la izquierda hay una gran roca de color rojizo.

“Puedo atraer al dragón aquí para luchar con él en un espacio amplio”- piensa Rodrigo en un alarde de inteligencia.

- Sal maldita lagartija, ha llegado la hora de tu juicio final- brama a los cuatro vientos intentando atraer al monstruo.

Poco a poco empieza a oler más a azufre. El caballero sigue gritando para atraer a la bestia.

“La roca se ha movido”-piensa, pero cree que es su imaginación.

Lo que no sabia el hombre es que eso no era una roca, si no la bestia mal nacida que había venido a matar. Un dragón hambriento y malhumorado se alza sobre él. El valor del gentilhombre se evapora pero pese a todo él sigue impertérrito ante la bestia.

- Anda es un hombre - dijo la alimaña mientras se ponía unas gafas de cerca y a dos patas- Pensé que seria otro elfo. Que pena los elfos me caen mejor.

- No existen los elfos.

- Si que existen- dijo el dragón algo aburrido.

- No existen- rebatío Rodrigo III, el tozudo.

- ¿Osas contradecirme? - el dragón se encontraba molesto, por que aparte de feo era irascible- A ver ¿A que has venido aquí? ¿A matarme? ¿Con que? ¿Con tu estupidez?

- Maldito engendro, te clavare esta espada en pecho y sonriere mientras te arranco el corazón-exclama fingiendo coraje

-A ver unas cuantas cosas: 1. Si estornudo, con el fuego que salga hará que te quemes en esa armadura de hierro tan bonita. 2. Una espada no puede herir a un dragón, solo un arma hecha con algo de los de mi especie puede herirme. 3. No creas que no me he dado cuenta de que te has cagado de miedo en cuanto me he levantado.

Rodrigo III no pensaba pasar por alto el ultraje del dragón y ataco. La espada se quebró cuando le dio en la pata al bicho. Aparte de eso, debido al rebote, el caballero se cayó al suelo de manera cómica.

- Jajajajajajajajajajajajaja- el pobre monstruo estaba al borde de llorar de la risa.

El guerrero humillado miro cabizbajo la espada. Aquel era su fin. Había sido humillado por aquella bestia y no iba a tener ocasión de defenderse.

- ¿Que te pasa?¿Estas triste por hacer el ridículo?

- No, la pena es que no podre vengar a mi padre Rodrigo II o a mi abuelo Rodrigo I

- Ahhhhhh recuerdo a esos dos guerreros, eran mucho mejores que tu obviamente pero no los mate. Tu abuelo comprendió que no podría asesinarme y se fue pero mientras iba hacía su caballo se desmayo, se cayó y murió por que se dio un golpe con una piedra en la cabeza. Tu padre, era más idiota pero también lo entendio, lo acompañe hasta la salida por si acaso y lo mato el caballo de una coz.

- Pero nunca encontraron sus cuerpos.

- Es que no me gusta tirar comida

Finalmente el dragón acompaño a Rodrigo III a la entrada de la cueva.

- ¿Puedo decir en la ciudad que te mate?

- Claro que si campeón, luego te haces una paja y a dormir de puta madre.

5 comentarios:

  1. Hola
    Gracias por comentar mi relato
    El tuyo es interesante y me ha gustado el humor que destila. Por lo menos, cuenta una historia, con un principio, un nudo y un desenlace, y no lo digo por nada, porque he leído otras veces algunos relatos que carecen de estos principios básicos.
    En resumen, una buena historia cómica.
    Un saludo
    Jose Luis

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  2. Buenas, Jesús.

    La verdad es que no estoy muy segura de si me ha terminado de gustar tu relato. El principio sí, pero tiene un final que no me esperaba para nada y no he terminado de comprender. No sé...

    He encontrado algunos errores:
    - "¿A que has venido aquí? ¿A matarme? ¿Con que?". Faltan los acentos en los que, ya que son pregunta.

    - "Maldito engendro, te clavare esta espada en pecho y sonriere mientras te arranco el corazón". Clavaré, con acento en la é. Sonriere, sonreiré, bailó una letra.

    - "- ¿Que te pasa?¿Estas triste por hacer el ridículo?". De nuevo, el acento en el qué.

    - "- No, la pena es que no podre vengar a mi padre Rodrigo II o a mi abuelo Rodrigo I". Podré con acento y se pasó el punto final.

    Y en general, habría que mirar un poco las normas de los diálogos. Las rayas de diálogos son especiales, más largas que las normales: "—", "-". Y la puntuación que llevan los diálogos es muy específica.

    Ha sido un relato entretenido de leer, aunque el final me haya descolocado un poco.

    Un saludo.

    IreneR

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  3. Hola Jesús:

    Me ha gustado tu relato. Me encanta el humor absurdo, y en tu historia lo has utilizado constantemente, con lo que me ha resultado muy amena.

    Por otra parte, me ha parecido poco natural que el narrador pase de usar el presente a utilizar el pasado sin que haya un motivo que lo justifique, o quizás yo no lo he sabido detectar.

    Me identifico mucho con estas historias surrealistas. A ver si puedo leerte otras con este tono simpático y absurdo.

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  4. Hola Jesús,
    Me ha gustado mucho tu relato, la verdad es que no me imagine que el dragón hablaría y despues de leer el inicio pense en una típica historia del valiente caballero matando al dragón. El toque de humor hizo muy amena la lectura. Saludos espero te pases por mi relato y lo comentes, estoy dos arriba que el tuyo.

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  5. Buenas Jesús,

    Mil años después vengo a comentarte, aunque dicen que mas vale tarde que nunca ¿no?

    A mi me ha gustado, me parece un relato muy original, he estado todo el rato con una sonrisilla tonta en la boca, y es que, al igual que a los compis de arriba, me encanta el humor absurdo, y en esta ocasión has decidido derrocharlo.

    Quitando problemas con acentos, guiones y otras cosas que te ha comentado Irene (y que yo no sigo por que la ortografía todavía me trae de cabeza), tengo un serio problema con el tiempo verbal... se hace muy raro que cambie de presente a pasado en mitad del relato sin un sentido aparente, como indica Templeton. Deberías dejar solo uno.

    Por otro lado, echo de menos (y pensarás que soy mala persona) que a Rodrigo III no le aguarde el destino fatal de sus antecesores, encontrando una muerte absurda al salir de la cueva y así dar paso a la leyenda para que años mas tarde Rodrigo IV vaya a reclamar venganza.

    Por lo demás, ya te digo, muy entretenido. Ya me darás la dirección de tu blog para pasarme a cotillearte mas :P.

    Un abrazo!!

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