El mejor momento del día era cuando Jorge salía de la oficina por la
tarde, le gustaba caminar hasta casa los treinta minutos que le llevaba a
buen paso; es más, seguiría caminando y caminando varias horas, sentía
que la actividad de sus músculos agarrotados se transmitía a todas y
cada una de sus células, a su sangre, cerebro y corazón. Su mente se
aclaraba y por fín podía dedicarse libremente a sus pensamientos, esas
historias que le alimentaban y que guardaba cuidadosamente en los
compartimentos de esa librería algo decrépita pero acogedora que iba
siempre con él. Allí transformaba a buena parte de sus compañeros en los
siseantes reptiles que se le figuraban ya en la oficina cuando acudían a
postrarse al despacho de Don Genaro, olvidando todo decoro y
consideración que se debían entre sí los miembros del orden reptiliano;
también había hadas en ese reino, y elfos, como Clío y Adrián, seres
etéreos que acariciaban a los reptiles pero también eran capaces de
cegarlos momentáneamente con su luz haciendo que ese pequeño mundo
resultase un lugar que podía guardar la apariencia de vivible, hasta que
Jorge recordaba que el dragón acechaba en su cueva. En esa desigual
lucha del bien contra el mal Don Genaro, en su cuarto oscuro del fondo
semejaba, e incluso “era”, un dragón de aullantes fauces dentro de una
oscura y lóbrega cueva que iba devorando uno a uno a los habitantes de
ese pequeño mundo. Jorge se consideraba un infiltrado en el orden
reptiliano, pero los tiempos de oscuridad pronto acabarían, el momento
ya estaba próximo, la espada preparada y el caballero presto a acabar
con el dragón...
Buenas, Fortunata.
ResponderBorrarUn relato de lo más curioso.
Lo he releído varias veces, pero la verdad es que no lo he llegado a entender del todo bien. No sé si nos encontramos en un mundo ficticio, si lo que estamos viendo es una metáfora del mundo real, o...
He echado un poco de menos alguna pausa larga. Algo que le de un ritmo algo más pausado al relato y nos deje procesar lo que estamos leyendo. Quizá más comas y algún que otro punto y aparte.
Siento no haber entendido lo que querías mostrarnos.
Un saludo.
IreneR
Muchas gracias por tu opinión. Pensaré en tus sugerencias
BorrarSaludos!
Hola Fortunata
ResponderBorrarMe gustó la intención general del relato pero siento que es un poco caótico. Quizás el hecho de que sea todo un gran párrafo contribuye a este caos, y tengo también cierta confusión en cuanto a la mezcla de tiempos verbales que utilizás.
En cuanto al contenido en sí, me gusta la metáfora del jefe/dragón, pero siento que queda un poco colgada en el marco del relato. Quizás una descripción más enciclopédica (o más detalles dentro de las analogías) de sus compañeros reptiles y hadas sumaría a la diversión del relato.
Nos leemos!
Ilcarbo
Gracias por tu opinión
BorrarSaludos!
Hola, me ha encantado. Me ha recordado esa estrategia mental, tan buena a veces, de huir con la imaginación, estamos dentro del mundo real, pero le damos un toque fantasioso que nos permita enfrentarnos a nuestros “dragones” cotidianos. Lo de imaginar un mundo fantástico para huir de nuestra realidad, muchas veces monótona y aburrida, ha permitido desarrollar grandes historias literarias. Sigue con tus escritos.
ResponderBorrarUn saludo de tu vecina Estel Vórima.
Me alegro que te haya gustado
BorrarMuchas gracias por tu opinión!
Saludos!
Es muy interesante la forma en que conviertes a los personajes en seres mitologicos. No estaria mal ponerlos en una guerra encarnizada en la que los malos abusan de los buenos. Como un cuento de aventuras. Don Genaro era el monstruo más cruel en esas tierras delimitadas por cuatro estruendoasa calles...
ResponderBorrarMe ha gustado.
Muchas gracias por leerlo!!!
BorrarMe alegro que te gustara
Saludos!
Saludos, Fortunata:
ResponderBorrarcontinuando las lecturas que he dejado pendiente del mes de mayo, he llegado al tuyo.
Lo primero que me llamó la atención fué el tamaño de tu escrito, una vez leído, creo que me he quedado con la sensación de no comprender la idea del personaje. Se comprende que de alguna manera se aleja de la realidad a través de una imaginación; pero las analogías quedan cortas al no poder descifrar cuál es la semejanza o el porqué de sus divagaciones.
En cuanto a lo formal, hay algunos arreglos pendientes:
por fín -> por fin
Don Genaro -> don Genaro, los tratamientos se escriben en minúscula.
Clío- Clio, por ser palabra aguda se omite la tilde.
acariciaban a los reptiles pero también -> reptiles, pero... Se recomienda antes de "pero" usar coma o punto y coma.
Tengo duda con el verbo "recordaba", de la frase: "hasta que Jorge recordaba que el dragón acechaba...", ya que la he leído varías veces y no estoy muy convencida si es o no la adecuada a la frase.
Sobre esa misma frase, que inicia en: "Alli transformaba...(hasta) acechaba en su cueva", debo retarte a que la leas en voz alta sin perder el aliento. Te darás cuenta que está demasiado larga. Las frases u oraciones en nuestro idioma, se pide no sobreparsarse de las veinte palabras. Esa frase contiene noventa y nueve. Demasiadas.
No es que sea mal el uso de un párrafo largo. (a veces único como en este caso), pero la estructura de sus oraciones no deben cansar al lector, ni confundirlo. Las oraciones extensan tienen a hacerlo. Te recomiendo que siempre leas en voz alta tus textos, y aprecies la puntuación. Ya sea que dividas las frases/oraciones largas con puntos y seguidos o puntos y aparte; pero debes darle un respiro al lector. No hay que sacrificar la idea, solo mejorarla.
La desventaja de escribir párrafos únicos es que debes de hacer uso de sinónimos y evitar la repitición de palabras que se vuelven notorias. Sobre todo en textos cortos como el tuyo. He notado que has usado doble o más veces las mismas palabras. Te marco las más notorias: reptiles/reptilianos, cueva, podía, dragón, pequeño, mundo, momento,oficina, cuando, orden...
Si estas palabras estuvieran en diferentes párrafos, no serían evidentes; pero en un solo bloque resaltan.
Toda escena debe de contener, una introducción, un nudo y un descenlace, y aunque en apariencia los contienes todos, es el descenlace el que parece más flojo. Tal como dice Cristobal, un poco más de historia nos ayudaría a comprender a Jorge y las resoluciones de querer deshacerse de su jefe.
Espero que lo expuesto te sirva a mejorar y pulir tu proceso de escritura. ¡Nos leemos!