En mi terraza, sentada en la silla blanca de forja, tengo encima de la
mesa: el café con leche, tostadas y un zumo cítrico, mitad naranja y
mitad limón; al otro lado, mi bloc.
El sol empieza a asomarse y da comienzo a un día nuevo y soleado, el
cual aprovecharé para escribir el inicio de mi novela. Lápiz en mano,
ideas en mente y folio en blanco, surge mi inspiración... ¡ahí voy!
Pasan los primeros diez minutos, treinta, y así hasta llegar a las dos
horas. ¡Nada!, no sé como plasmar todo lo que navega por mi mente, no
veo por dónde empezar, no puedo. Me levanto de la silla y tarareo de un
lado a otro sin parar, estoy muy inspirada pero no encuentro como
escribir la primera palabra, ni la siguiente, ni una sola frase. Mi
libreta está abordada de notas pero el folio me ilumina de tan blanco
que está.
Creo que es mejor dejarlo y escribir otro día. Me digo: «seguro que me
encontraré con más ansias y las palabras tendrán tanta soltura que solas
se dibujarán» En estos momentos no me concentro, escucho toda clase de
ruidos, el respirar de una mosca y hasta la lencería que llevo me
aprieta tanto que parece que vaya a cortarme la circulación, « ¿Será por
el mal humor que me está entrando....? »
Las cuatro de la tarde, podría ser una buena hora para probar; el sol
brilla y calienta más, « ¡al igual esto me transmite más energía! »—me
digo, positivamente—
Toda convencida y preparada, otra vez frente al folio blanco.....El
lápiz está más redondo de lo que era, le doy vueltas y vueltas, tantas
como horas tiene el reloj. Ocho de la tarde y sigo igual, una tortura,
no llega el momento en que escriba un principio, ni si quiera la primera
letra en mayúscula. Este día ha sido igual que los otros anteriores y
caigo en el pensamiento negativo: «no sirvo para escribir», es imposible
empezar.
Pero, al cabo de un rato doy un giro mental y «quizás cambiando el folio
blanco por uno de color las palabras fluyan más rápido »
Este fue el final de unos días grises. Hay momentos que sobre el blanco tiene que predominar el color para verlo todo diferente.
«A pocos días de la Navidad y en su rincón favorito, se encuentra Anna,
feliz de otro día en su chocolatería y de que haya salido tan sabroso
como el chocolate caliente que se sirve. Contenta y orgullosa de ver su
sueño cumplido; metida en sus pensamientos de cómo decorará el local
para la época que se aproxima….de repente se abre la puerta, un cliente
nuevo, a última hora de la tarde cuando ya estaba cerrando. Anna siente
como su corazón le da un vuelco, «es él,…..Maurizio, el hombre con el
que llevo soñando»
Saludos Rossana:
ResponderBorrarGracias por publicar conmigo para el taller de Literautas.
me gusta mencionar primero las mejoras y concluir con lo que me ha gustado.
He notado que a lo largo de tu texto, hay algunas expresiones que son difíciles de leer en voz alta. Te aconsejo que siempre leas en voz alta, o le permitas a otro hacerlo para tí. Ya que con ello detectas esas inconsistencias o cocofonías. Te marco alguna:
"El sol empiEZ-A -A -Asomarse y d-A comiENZO -A un dí-A nuevo y soleado,"
Para que una frase se comprenda mejor, se puede cambiar las palabras o invertir el orden de las mismas:
"El amanecer se asoma dando comienzo a un nuevo y soleado día,"
He notado que usas múltiples ...., cuando la gramática pide que sean solo tres puntos.
También tienes algunos errores de dedo, ya sea por espaciado u omisión de puntuación. Te marco algunos:
*...dibujarán» En estos... -> falta punto seguido entre » y EN
*« ¿Será por el mal humor que me está entrando....? » -> En este caso los simbolos de « y », deben ir pegados al inicio y al final, aun tratándose de signos de interrogación. Word, por lo usual lo marca como error y los separa; pero deben ir pegados: «¿ - ?»
*»—me digo, positivamente— -> En este caso, debe existir separación entre la acotación narrativa y el símbolo de »
*...soñando» -> Aquí falta el punto final.
Sobre el contenido, creo que sí lograste una escena con introducción, nudo y descenlace. También adicionaste las tres palabras del reto, y no se sienten metidas con calzador, ya que forman parte de la narrativa y la historia. Creo que también planteaste bien la incapacidad de la escritora de plasmar sus palabras; sin embargo, no lo considero como temor o miedo a la página en blanco.
Me ha gustado que al final, nos plasmes lo que ella estaba esperando escribir. Y si me tocará "revisar" ese texto, le pediría a la escritora, que obvie la expresión "de repente", ya que se considera una muleta de escritura, y el segundo Anna, y lo sustituiría por un simple "Ella" (o nada), ya que sabemos de quien se está hablando.
Un gusto, ¡Nos leemos!
Hola K. Marce, es un placer haber participado, por primera vez, en tu taller y agradezco mucho que hayas comentado y rectificado mis errores. Soy principiante en la escritura y poder disponer de alguien tan profesional que pueda revisar mi escrito y explicar mis errores, así como darme opciones de expresión, me ayuda.
ResponderBorrar¡Muchísimas gracias! Lo tendré en cuenta para próximos relatos y espero seguir escribiendo con vosotros.¡ Un Saludo!
Hola Rosanna:
ResponderBorrarYa estoy por aquí comentando. Bien cumplido el reto y el opcional. El relato lo has llevado bien. Ha resultado ameno y escrito con buen estilo. Te has bastado 476 palabras para desarrollar con introducción, cuerpo y desenlace un relato para el que no has tenido el vértigo con folio en blanco y nos has desvelado el secreto: cambiar el color del papel.
Te voy a comentar algunos cambios de forma que yo haría.
Al principio del relato veo varios –ciertamente no son muchos- MI: mi mente, mi terraza, mi bloc, mi novela, mi inspiración, mi libreta. Creo que podrías cambiar alguno porque están próximos y salta a la vista (al menos a la mía).
Otro detalle que me ha llamado la atención es el uso de la conjunción QUE. He contado 18, que sí me parecen muchos, además de que hay algunos próximos. Yo tengo el mismo “defecto” que trato de corregirlo en la revisión cuando termino el texto.
“…cortarme la circulación, « ¿Será por…” Aquí o cambias la coma por punto, o la palabra “será” empieza por minúscula.
“« ¡al igual esto me transmite más energía! »—me digo, positivamente—“ Creo que sobra “AL”. Además, si pones entre comillas lo que piensa, no habría que poner los guiones de diálogo. También quitar la coma posterior a “digo” y poner punto después de positivamente. “
…no llega el momento en que escriba un principio,…” mejor: no llega el momento en EL que escriba un principio.”
“…por uno de color las palabras fluyan más rápido »” Poner coma después de “color”, juntar las comillas de cierre a la palabra precedente y poner punto final.
“…Maurizio, el hombre con el que llevo soñando» Poner punto final.
Bueno, pequeñas cosas que es cuestión de revisar después de algún día o, también, algún amigo o familiar. Es fácil que no veamos nuestros errores, a mí me pasa, porque tenemos tan interiorizado el relato que se nos pasan sin ver.
Sigue escribiendo porque lo hacer bien mejorarás a cada relato.
Un saludo.
¡Hola Isan!
BorrarMuchísimas gracias por comentar mi relato. Agradezco que puedas identificarme los errores y así poder corregirlos para próximos escritos.
Me sirve de gran ayuda tus consejos, soy nueva en esto y toda aportación me va muy bien.
Un saludo.
Rosanna
Buenas, Rosanna.
ResponderBorrarCreo que tu relato cumple el reto que este mes teníamos, tanto en demostrarnos el miedo de un escritor como en la utilización de las tres palabras.
A parte de las correcciones de los compañeros solo tengo algo que añadir:
"—me digo, positivamente—". No sé si fue un error, que se te pasó, pero las frases en los diálogos nunca se cierran con el guión. Cuando el narrador termina de hablar y el personaje no va a continuar se pone un punto y aparte.
¡Un saludo!
IreneR
Gracias Irene. Por cada comentario voy aprendiendo algo más.
ResponderBorrar¡Saludos!
Rosanna