sábado, 17 de marzo de 2018

Victima del hechizo - cualquiera (R)

Las copas de los árboles se agitaban como locas despeinadas. El viento soplaba con odio y las banderillas que colgaban de los postes de luz eran llamas sin fuego, patria espoleada como un trapo esquizofrénico. La tormenta había caído hacia el sur pero aún quedaba en la tarde un rumor de huracán que me hizo entrar en aquella tienda de discos.

«El gato y la bruja», se llamaba.

Me encantó la inmediata calidez y profusión barroca de aquel sitio que tenía algo de antro y un poco de museo renacentista de la música. Había la figura tallada de un negro que se retorcía como su saxofón, una guitarra caramanchelera en manos de un gitano viejo que parecía de verdad. Un piano, una batería, otros instrumentos repartidos como parte del mobiliario. Las paredes repletas de fotos: Violeta Parra, Leonard Cohen, Louis Armstrong, Freddie Mercury. Un poster inmenso de Bob Marley fumando creaba una atmósfera lisérgica, y un gato lento se paseaba como dueño de su mansión.

—Ya sé dónde está el gato, ahora sólo me queda saber quién es la bruja—dije presentándome a la belleza de cine que atendía tras el mostrador.

—¿Quién es la bruja? Es una metáfora. La bruja es la música, la creadora del hechizo. Una simple metáfora. Así que no esperes ver muchas escobas por aquí—dijo con voz en oz.

—¿Y el gato?

—El gato es mío, ¿Qué pasa?

—No, nada, nada—dije levantando los brazos en son de paz—me parecía curiosa esa asociación entre el gato y la bruja, suena como a negra superstición.

—Ya, y a mí me suena el wasap cada cinco segundos ¿Querías algo?

—En realidad huyo del vendaval. Quería refugiarme aquí, me quedaré un rato husmeando sin molestar mucho, y tal vez hasta compre algo. Tengo seis euros en el bolsillo.

—Un mecenas.

—Eso—dije exaltando la sonrisa—con tu permiso, voy a merodear un poco.

Hojeé un libro sobre historia del folk, vagabundeé entre las estanterías, escuché algunas canciones. La chica permanecía ensimismada con sus cascos blancos del iPhone.
Agarré varios instrumentos pensando en cuál de ellos llamaría su suspicacia. Ni siquiera se inmutó cuando con un clarinete esbocé una cuchufleta de trompetilla.

—Me gustan los hermanos Marx, les encantaba la música—dije con voz tan débil que ni siquiera yo la escuché.

Ahora se había quitado los cascos para atender a un cliente que la reclamaba. Un hombre con una bizquera difícil ya que no llegabas a adivinar cuál de los dos ojos estaba menos centrado. Sostenía una amable sonrisa que le daba un aire entre errático y feliz. Dijo:

—Vengo a por el último éxito. El disco que usted me confirme es el número uno de cuántos se venden aquí, ese que por el mismo cimiento de la democracia debiera ser la mejor música que actualmente pudiera escucharse. Ese ha de ser por fuerza el mejor disco y me gustaría por tanto que me lo envolviera para regalo.

—La patología de la normalidad—respondió la chica segura y enigmática.

—¿Qué me quiere decir?—respondió el cliente curioso.

—Es el título de un libro de Erich Fromm, si lo lee podrá entender por qué la normalidad no es síntoma de salud ni sinónimo de fertilidad creativa. Por qué los superventas pocas veces reflejan el talento social, y por qué este disco que le voy a mostrar es el que usted debería llevarse y escuchar hasta que los ángeles le hablen.

El tipo agarró el disco que la chica le recomendaba con tamaña efusión, lo miró del frente y del revés con una minuciosidad entomológica, y dijo:

—Está bien, me ha convencido, me quedo con el otro.

Y así salió el cliente por la puerta, bailando reguetón con ironía y un andar contento de acertijo adivinado.

—Mira que ese caballero tenía un ojo clínico—dije tratando de volver a la conversación.

—Sí, pero tú tienes los dos en su sitio ¿verdad?

Me indigné con mímica teatralidad. Agarré una guitarra con arrebato flamenco y toqué un «Do», rasgando todas las cuerdas. Me miró con perfil interrogante. Toqué un «Mi» y torció la comisura de la boca. Acabé con un «La», y me fusiló con un bostezo.

—Te hago una canción y me tratas así.

Retorció sus manos gitanas como si fingiera fluir con mis acordes, y dijo desinhibida:

—Tengo algo que te puede ayudar a escapar de tu tormenta.

—No será un patológico paraguas…

Se acercó con aroma seductor, me apartó el pelo y me puso sus cascos. Empecé a escuchar la canción que me trasportaba a una singularidad donde todo parecía posible.

—Esto es fantástico—le dije convencido—droga de la buena, en serio. ¿Quiénes son?

Abrió los ojos como si aprendiera a verme por primera vez. Llegó con silenciosa ternura poniendo su mano en mi boca hasta dejarla sin voz, y la apretó con un beso.

Desde entonces aún sigo víctima del hechizo.

14 comentarios:

  1. Buenas, cualquiera.

    Curioso relato. Creo que no lo he terminado de entender del todo, pues me he quedado con una sensación extraña en el cuerpo.

    Solo tengo un inciso. Las rayas de diálogo van separadas de la frase anterior y de la siguiente.
    "—Esto es fantástico—le dije convencido—droga de la buena," Lo correcto sería:
    "—Esto es fantástico —le dije convencido— droga de la buena,"

    Yo también participo en el taller de literautas, te dejo un enlace a mi relato por si quieres leerlo: Canela, vainilla e incienso, http://alemaniaentrebastidores.blogspot.de/2018/03/canela-vainilla-e-incienso.html

    ¡Un saludo!

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  2. ¡Hola, Cualquiera!
    ¿Quien resultó embrujado? El chico parece seducir a la que atiende el lugar, intenta quedar bien, la chica se nota indiferente, pero al final lo besa, esa indiferencia parece ser que ella se esta resistiendo a él sin en cambio parece ser que él no se da cuenta de eso y cree que es ella quien lo ha embrujado con el beso.

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  3. Hola, cualquiera, soy Manderley.

    Me ha gustado mucho tu relato. Sobre todo por el sentido del humor, que hace del texto un espacio de alegría un poco absurda. Como las comedias de los hermanos Marx.

    Desde ahora, cuando el viento sople en mi ciudad, miraré los árboles acordándome de tus locas despeinadas.

    Como pega he visto un "cuánto" que creo que no debería llevar tilde, pero vamos, por decir algo.

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  4. Hola Cualquiera

    Interesante relato, tengo que darle otra leída para terminar de entenderlo, pero debe ser cosa mía, porque entre otras frases no capté quien es el de los cascos. "Se acercó con aroma seductor, me apartó el pelo y me puso sus cascos". ¿O es una forma de hablar para decir que le puso las manos?

    Por lo demás, lo de los guiones que hacen la misma función que los paréntesis, no se ponen pegados a la palabra que le anrecede y precede.


    Gracias por permitirme aprender con tu texto.
    Te dejo el enlace a mi relato Te dejo el enlace a mi relato, me gustaría saber tu apreciación: https://aprendiz-literatura.blogspot.com/2018/03/el-anhelo-de-un-vendedor-de-discos.html
    Saludos
    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

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  5. Buenos días cualquiera: Me ha gustado tu relato. Lo he leído con cuidado y he buscado todas las palabras que desconocía para ver lo que significaban y si estaban bien empleadas. He aprendido mucho.

    Me han gustado los diálogos porque son naturales y muy de la calle.

    He encontrado algunas cosas que me han parecido que pueden mejorar, te las voy a decir, y si te parece que tengo razón, las cambias y si no las dejas tal cual.

    1. En la frase: "La tormenta había caído hacia el sur pero aún quedaba en la tarde un rumor de huracán". En lugar de –en la tarde-, yo pondría: –por la tarde-

    2. "y un gato lento se paseaba como dueño de su mansión". Me parece mejor, quitar – de su – y poner: -como dueño en su mansión- o –como dueño de la mansión.

    3. Aquí: "—El gato es mío, ¿Qué pasa?"
    Yo pondría punto: "—El gato es mío. ¿Qué pasa?"

    4. En la frase: "El disco que usted me confirme es el número uno de cuántos se venden aquí", le falta un -que- entre confirme y es: "El disco que usted me confirme que es el número uno de cuántos se venden aquí".

    Nada más por ahora. Un saludo, Menta

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  6. cualquiera:

    Gracias por vuestros comentarios. Os voy contestando a las dudas explicando un poco el sentido del texto.

    Cesar. En realidad el cuento entero es como un juego de seducción. Al principio es el chico el que trata de llamar la atención de ella pero esta se muestra huraña. Después de la salida de ese cliente peculiar retoman la conversación. El chico está intentando seducirla, traté de resumir eso en la escena en la que toca la guitarra y dice haberle hecho una canción. Parece que a la chica le hace gracia el gesto, o eso, o que está loca de ganas por enseñarle a alguien una canción (la que lo salvará de la tormenta). Los cascos son de ella y se los pone a él. Cuando el chico escucha la canción y le gusta, ella se siente congraciada y por eso le da un beso. La culpa del hechizo la tiene la música o el beso, o la música y el beso. En cualquier caso el hechizado es él.

    Manderlay, me hace gracia que compares el texto con una comedia de los hermanos Marx. En realidad sí, la historia surgió como un espacio que se fue volviendo divertido, caótico y algo absurdo y me hace feliz que entendieras el humor y la alegría.

    Alemania. Tomo nota de los espacios entre los guiones del diálogo.

    Yoli, gracias por pasarte y comentar.

    Menta, gracias por tus correcciones. Creo que me quedo con el original. No por orgullo, sino porque esas pequeñas variaciones que introduces implican cambios semánticos que yo quería detallar.

    En la frase "la tormenta había caído hacia el sur pero aún quedaba en la tarde..." Es importante que sea "en" la tarde, y no "por" la tarde, porque se está refiriendo a la tarde como espacio, y no como tiempo. El "por" alude a una dimensión temporal, mientras que el "en" concibe la tarde como un lugar.

    El segundo aporte "como dueño en su mansión" creo que es bastante similar en sonoridad y significado a "como dueño de su mansión". Podría usarlas indistintamente porque no veo matiz que importe.

    "Como dueño de la mansión" no lo utilizaría, ya que quería enfatizar que la mansión era del gato.

    La última frase "el disco que usted me confirme es el número uno..." yo creo que está bien construida así, no veo la incorrección, y de la otra forma redundamos en el "que" en poco espacio, yo creo que suenan peor dos "ques" casi consecutivos.

    Gracias a todos!




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  7. Hola, cualquiera
    Este mensaje es para ti respecto a tu relato.
    También lo he repetido en tu cuento de la recopilación anterior, "El poeta", un truco que me he sacado de la manga.

    Gracias por pasarte por mi relato y por tus comentarios
    Tu cuento me ha gustado bastante, creo que está bien escrito y hay muy buenas metáforas y analogías.
    Bueno truco lo de las palabras gato y bruja, las unes para dar nombre al establecimiento musical y matas dos pájaros de un tiro.
    Un pequeño error: voz en oz ------------ debería ser voz en off
    Un saludo
    Jose Luis

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  8. Saludos, Cualquiera:

    He leído con atención tu relato y los comentarios al mismo.
    Debo decirte que la escena, me parece que no encaja en lo que es una en si misma, ya que todas las escenas, debes de contener, una introducción, un nudo y un descenlace. Y aquí la veo más como una introducción. No hay en si misma un nudo, (que pareciera ser el hecho de conocerse), porque es demasiado sútil que si eliminás el último párrafo no te enteras de qué trata la escena/historia, ya que es ahí donde colocas el descenlace también.

    Si bien has usado frases muy propias de tu zona, cuando lo hacemos, hay que pensar también el lector universal. Por ejemplo, la palabra "cascos", en otras regiones es otra cosa muy diferente a unos audífonos, que es la palabra más generalizada. A menos que tú ubiques en una área muy partícular tu relato, se permite esas licencias. Pero en este caso, no nos indicas a dónde es.

    La palabra correcta es "Whatsapp" porque es un nombre propio.

    En el inciso 3) que te hace Menta, debes recordar, qué después de punto, irá mayúscula. Si quieres mantener la coma, la pregunta debe comenzar con minúscula.

    Y discrepo con el comentario de José Luis, con la unificación de las palabras gato y bruja. Ya que el reto es no solo meter las tres palabras, sino darles un buen uso dentro del relato. Que pasen desapercibidas. Y más adelante, tienes al gato en el local, lo cual me parece muy bien; ya que lo introduces dentro de la historia. Ir por el atajo, me hizo resaltar mucho las tres palabras que introdujiste en el primer párrafo.

    La historia creo que tiene su pega, porque ha sido bastante coloquial, has usado muchas frases agradables y sonoras; haciendo de la lectura visualmente muy agradable. Te has esforzado en mostrar y no solo contar, y me parece muy acertado los juegos de palabras.
    Siendo que teníamos espacio libre, me hubiera encantado ver un poco más ese nudo y descenlace, porque la historia lo merece. El final me parece precipitado como conclusión, y pudiste explayarte más en el enamoramiento de la pareja.

    Lo que si veo, es que te ha satisfecho tu trabajo, y eso es bueno. Escribir lo que a uno le gusta, pero no te olvides que desde que lo haces público, la visión del lector también cuenta y ellos ven nuestro trabajo fuera de nuestros ojos, detectando mejoras que nos enriquecerán más adelante.

    Sigue puliendo tu trabajo en tus areas débiles y, has brillar tus puntos fuertes.
    Saludo,¡nos leemos!

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  9. cualquiera:

    Hola k. Marce, gracias por tu comentario. Tomo nota de tus recomendaciones. Y he de advertir que el hecho de que defienda algunas connotaciones gramaticales, no significa que me sienta orgulloso del texto en sí. Sólo discuto lo que me parece correcto o incorrecto según mi conocimiento e intención.

    Soy consciente de que el relato es un juego de palabras casi más que una historia, en ese sentido comprendo sus limitaciones, surgió de manera espontánea y tampoco lo planifiqué demasiado. Aunque sí me divertí escribiéndolo y para mí es suficiente si consigue arrancar una sonrisa. Estoy de acuerdo en que tenía que haber profundizado un poco más en la relación entre el chico y la chica, pero bueno, puede quedar como semilla para otra historia más completa. Gracias!

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  10. Hola, cualquiera (:
    Un relato entretenido, sólo que me falta algo de organización; me he sentido perdida y no ha sido hasta que has explicado el sentido del relato que no he acabado de entenderlo. Sí, un juego de seducción, pero un tanto confuso, como te digo. Me daba la sensación de haberme perdido algo. Y como no soy la única a la que le ha pasado, te recomiendo que lo revises ;P
    En cuanto a correcciones (lo de los guiones, "voz en oz", etc.), me uno a los compañeros.
    Si te apetece pasarte por mi relato, soy el número 23 en la lista de K.Marce.
    Un saludo! Nos leemos.

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  11. Manderley:

    A mí esa imagen de "voz en oz" me pareció literaria porque parte de una expresión manida (la voz en off) y la transforma en otra cosa. Esa otra cosa tiene dos encajes en el texto: la primera es que contribuye a crear un clima en el relato por su referencia clara al mago de oz. Todos nos acordamos de ese cuento y sabemos que habla de una búsqueda, la de completarse emocional, racional y socialmente. Pero, claro, la tarea de completarse siempre ha de partir de carencias y en el relato de cualquiera esas carencias, que se exponen desde el humor, apuntan a los tres personajes: la dependienta sobradita, el narrador un tanto temeroso y nada comprometido y el comprador de modas musicales. Los dos primeros, que son los verdaderos personajes, llegan a la meta de completarse a través del hechizo (musical y personal).

    La segunda cosa que consigue la expresión es caracterizar al personaje de la dependienta: su voz es de hoz, es decir, corta solo con rozarla. Es la metonimia del todo por la parte: su personalidad a través del tono cortante de su voz.

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  12. Ahora que lo releo, tiene más sentido que sea una voz cortante. Por lo tanto, si esa era tu intención, cualquiera, te faltaría la "h" de "hoz": "voz en hoz". Y, aún así, me sigue sonando extraño, por lo que yo lo escribiría así: "con voz cortante como una hoz".
    Saludos!

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  13. cualquiera:

    Manderley, tu primera interpretación, la de la voz en oz como gesto cortante de la chica, coincide totalmente con mi intención. Se lo expliqué a José Luis en la entrada de Literautas, porque es allí donde dejó su comentario señalando el error. El fallo gordo es que Rita tiene razón, y una hoz de herramienta se escribe con h. En ello he caído ahora cuando Rita lo ha dicho. Se me olvidan las palabras, dios mío, es el final!

    Mi intención era jugar con la voz off/oz. Reconozco que pensé en el mago de oz, porque es verdad que dejaba una resonancia, pero no supe cómo encajarlo. Tu intuición ha rebasado con mucho las intenciones de mi propia conciencia, y como la interpretación lectora es libre y viene a enriquecer el texto de alguna manera, te doy las gracias por esa maravillosa aportación, que utilizaré como hilo argumental en caso de volver a retomar el texto para crear algo más completo. Muchas gracias :)

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  14. cualquiera:

    Rita, estás incluida en mi agradecimiento. Gracias por esa corrección, en la que no había caído, muy tontamente.

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