lunes, 18 de junio de 2018

"El hombre Afortunado" - Evelyn Venegas


Llevaba un hacha en la mano, una con mango garigoleado y colores llamativos. No sabía de cuál, pero había escuchado que era de un famoso videojuego de moda. Iba a acomodarla en uno de los cientos de estantes de vidrio para exhibirla a los miles de frikis que visitaban la convención cada año. En esa ocasión, Daniel por fin había sido encargado con uno de los ‘stands’ para vender mercancía de su anime favorito. Eran las siete de la mañana y el entusiasta joven escrutaba su puesto una y otra vez, buscando detalles y acomodando las figuras de acción y collares repetidamente, pues faltaban dos horas para que empezara a llegar la gente.

—¡Hola Dany!— oyó una voz familiar a sus espaldas cuando acomodaba a Yuno Gasai por enésima vez. La voz chillona era una característica de Sara, amiga de Daniel, de esas que uno no sabía si estaba enamorada de él o sólo era cariñosa porque sí.

—Hola.— la saludó amistosamente. —No esperaba verte aquí.

—¡Yo tampoco!— exclamó. —Estoy a cargo del puesto de Death Note. ¡Es como un sueño hecho realidad!

La chica, un auténtico perico, mantuvo ocupado a Daniel por más de una hora, hablando mayormente de temas que tratarías con un fanático de tu videojuego favorito. Hasta que llegó una mujer de mediana edad que le pidió no muy amablemente a Sara que fuera a su puesto, pues ya casi eran las nueve de la mañana. Quince minutos después, había gente de todo tipo mirando y comprando cosas a un precio injusto en todos lados. Daniel no había tenido un instante en el no hubiera alguien en su puesto hasta cuarenta minutos después, que fue cuando sucedió aquel desastre.
Observaba a una chica que había hecho un muy buen trabajo en su disfraz, cuando oyó el sonido de varias figuras cayendo al suelo. Se volvió hacia ellas, y mientras lo hacía, un estruendoso sonido rompió el tranquilo ambiente como un trueno. La alarma sísmica. Una ola de nervios y miedo se apoderó del joven, quien de inmediato se levantó de su asiento y corrió hacia donde recordaba que estaba la salida del colosal lugar. Los gritos aterrorizados no tardaron en aparecer. El movimiento no hacía más que intensificarse más y más. Daniel sólo veía todo tipo de mercancías cayendo al suelo a su paso, vidrios resquebrajarse y caer en pedazos. Con el corazón desbocado, seguía corriendo y corriendo, con la esperanza de llegar pronto a la salida, estar a salvo… cuando un gigantesco pedazo de la estructura metálica que sostenía las luces se desprendió y cayó a una decena de metros frente a él, bloqueando el paso. Pudo ver como un niño de unos 12 años, que se encontraba muy cerca, quedó atrapado de ambas piernas en el objeto, con un estante de vidrio a nada de caer junto a él. Sin pensarlo, Daniel corrió hacia el niño, quién extendió sus brazos hacia él esperando que lo ayudara. El joven lo tomó y jaló con fuerza, pero sin mucho éxito, pues los jadeos del pequeño indicaban que lo estaba lastimando. No tuvo mucho tiempo para pensar en otra cosa, pues de inmediato los vidrios cedieron y una lluvia de ellos cayó sobre Daniel, que estaba encima del niño. Traía una chamarra de piel sintética, lo que lo protegió de la mayoría de los pedacitos de vidrio, aunque unos le hirieron la nuca. Por suerte, ninguno había herido al pequeño. Daniel lo volvió a jalar, exclamando “¡Vamos, tú puedes!”. El concreto del techo había comenzado a caer, en pedazos cada vez más grandes. El niño salió justo antes de que uno de ellos cayera directo hacia la cabeza de Daniel, dejándolo inconsciente.


Poco a poco, alguna cantidad tiempo indefinida, abrió los ojos. Tardó un largo momento en recordar algo o reconocer dónde estaba. Oía voces lejanas y apagadas, pero sonaba como si fueran muchas personas. Cuando empezaron a aclararse, escuchó “¡Ya los vimos! ¡Venga! ¡Quita esa de ahí! ¡Ya casi!” Giró levemente la cabeza, con un agudo y profundo dolor. Vio la cara del niño, sonriéndole.

—Ya casi salimos, no te preocupes, amigo.— creyó oírle decir.

Una potente luz lo cegó de repente, a lo que una silueta masculina se interpuso y extendió las manos para tomarlo. Daniel apenas procesaba lo que sucedía. Su consciencia estaba débil y pocos segundos después volvió a caer en la oscuridad.


Cuando volvió a despertar, estaba recostado en un cama, un fuerte olor antiséptico calando en su nariz y un dolor que se extendía por todo su cuerpo. Supuso que debió hacer algún ruido, pues una de las personas que estaban en la habitación se volvió y exclamó “¡Despertó!” Los otros tres se acercaron a él, fijando la vista en los ojos del joven. Reconoció dos de las caras, tres. Eran sus padres, el niño y un hombre mayor que nunca había visto.

—¡Hijo! Nos tenías con el jesús en la boca.— dijo aceleradamente su madre.

Por fin pudo articular palabra. —¿Qué...qué pasó?

—¡Me salvaste!— respondió el niño. —Nunca te lo voy a poder pagar, amigo, en serio. Soy Jorge, por cierto. 

El hombre continuó —Él es mi nieto, y tú, valiente jovencito, lo sacaste de aquellas vigas. Pudo haber muerto, pero gracias a ti, está aquí conmigo…

Daniel escuchó atento. Tras perder el conocimiento, Jorge lo había arrastrado hacia un pasillo cerca y se habían resguardado allí. El lugar se había desmoronado por completo. Sobrevivieron gracias a que el pequeño tenía su teléfono celular y con él, había ayudado a los rescatistas a encontrarlos. El abuelo de Jorge no había tardado en llegar, agradecido de que su nieto estuviera bien y lo pensaba llevar a casa, pero el niño insistió en ayudar a Daniel, pues estaba bastante herido. Y resultaba que ese pequeño era hijo de uno de los patrocinadores de la convención.

—Mi papá me dijo que la mayor parte de la mercancía de tu puesto está en muy buen estado.— dijo Jorge cuando su abuelo terminó de hablar. —Y bueno...sé que no es mucho, pero como agradecimiento por salvarme la vida, lo convencí de regalarte todo. Eres un gran fan de Mirai Nikki, ¿verdad?
Fortuna o heroísmo, gracias a ello, dos semanas después, Daniel tenía su cuarto repleto de figuras, mangas, pósters, playeras y collares de su anime favorito, un nuevo gran amigo y la promesa de ser el encargado de uno de los principales ‘stands’ de la convención todos los años.

15 comentarios:

  1. Hola Evelyn:

    Al final los héroes son más cotidianos y familiares que los que nos presentan las series de anime. Tu escrito me ha obligado a echar mano de Wikipedia, y he llegado a la conclusión de que andas en dos dimensiones (tiempo y espacio) bastantes lejanas a mis coordenadas. Te supongo en México y con algunos años menos que yo. Es curioso lo que un texto puede hacernos suponer entre sus líneas. Sólo por este ejercicio, por añadir a mi “orfanato de palabras” el verbo “garigolear”, y por hacerme recordar los dibujos de Dragon Ball que veían mis hijos, (yo no los podía soportar) ha merecido la pena leerte. Aunque sigo sin en tender que hace una chica, tan yandere como Yuno Gasai, enamorada de un Yukiteru, algo de aire fresco ha entrado por la pantalla de mi ordenador, o yo estoy muy despistado.

    El texto es dinámico, interesante de leer y cumple los compromisos de ser el protagonista un hombre, merecidamente afortunado. Lo del hacha garigoleada está algo más confuso, quizá tenga que ver con los dibujos manga, algo a sí como el martillo del Thor de Marvel. Resumiendo: tu relato me ha parecido muy simpático. Sufriste una errata con Jesús.

    Saludos.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Perdón! Eliminé el comentario por accidente. Aquí está.


      ¡Wow! ¡Gracias por tu comentario! Bueno, primero que nada, tengo que decirte que le has atinado a mi ubicación y edad, jaja. El relato está inspirado en una anécdota de uno de mis familiares en el terremoto del 19 de septiembre del año pasado, la verdad me marcó mucho y quise expresarlo en este relato.

      De verdad me saca una sonrisa la curiosidad que te picó las referencias al anime, y bueno, no es que andes despistado, hoy en día las narrativas, ya sea visuales o literarias se están volviendo cada vez menos convencionales.

      Como último comentario, el hacha es de mi invención, en realidad no la mencioné como referencia a nada, pero me gustó la interpretación que le diste.
      Gracias por leer mi relato :)

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  2. Hola Evelyn.

    Tu historia se lee con soltura. Es entretenida y dinámica...para nada aburrida.
    Un relato con personas del día a día...que son fans de animes manga... que al final se convierten en héroes cotidianos.
    Buena elección!
    Me gustó.

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  3. ¡Hola Evelyn!

    Te devuelvo con gusto la visita a mi relato.

    Me gusta el hecho de que sea una historia real y más sobre el 19S, te doy grandes meritos por eso.
    En cuanto a la forma debo decir que los diálogos están mal estructurados, por ejemplo:
    “—Hola.— la saludó amistosamente. —No esperaba verte aquí.
    —¡Yo tampoco!— exclamó. —Estoy a cargo del puesto de Death Note. ¡Es como un sueño hecho realidad! “
    Lo correcto sería:
    —¡Hola! —La saludó amistosamente— No esperaba verte aquí.
    —Yo tampoco —Exclamó— Estoy a cargo del puesto de Death Note. ¡Es como un sueño hecho realidad!
    Igual aquí:
    “—Ya casi salimos, no te preocupes, amigo.— creyó oírle decir.”
    —Ya casi salimos, no te preocupes, amigo. —Creyó oírle decir.
    Las intervenciones dl narrador en el caso que sea en medio de una frase del personaje como en las dos primeras, debe ir acotada por la raya tanto al principio y al final de la intervención del narrador, sin agregar luego otra raya en el diálogo del personaje.
    Si la intervención del narrador es al final, solo se coloca una raya pegada al inicio de su intervención.

    Disfrute mucho la lectura, espero poder leerte de nuevo pronto.

    ¡Saludos!

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    1. Oh, no me había percatado de aquello. ¡Muchas gracias por la corrección! La aprecio como no tienes idea.
      ¡Me alegra muchísimo que te haya gustado!

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  4. Hola, Evelyn.
    Te confesaré que la primera vez que leí tu relato me cansó muchísimo tanta caída de objetos. Hoy he leído que está basado un un hecho real y ya lo he visto de otra forma; pese a ello, creo que podrías contarlo con menos palabras.
    El tema de la puntuación de los diálogos no está bien, pero tampoco estoy totalmente de acuerdo con Cesar, así que mejor me callo.
    Agradezco mucho que no hayas utilizado el hacha para cortar cabezas. En cuanto a lo de ser un hombre feliz, en este caso un niño, no lo dices expresamente, pero se sobreentiende.
    Un abrazo y recuerda que solo son sugerencias.

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    1. ¡Ay, Dios! ¿por qué cortaría cabezas?

      Es broma.
      Gracias por tu comentario. Ahora que lo veo creo que sí están mal estructurados los diálogos pero lo corregiré.
      Si...jaja supuse que me dirían algo de la extensión. Es una maña mía, tiendo a extenderme mucho cuando escribo

      Saludos!

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  5. Buenas, Evelyn.

    Me ha gustado mucho tu relato. El principio me ha hecho retroceder varios años, a mi época de universidad, cuando no me perdía ni un solo Expomanga, que gratos recuerdos.

    La historia en si me ha gustado, creo que la has sabido llevar bien.

    Tal como te comenta César, hay algunos errores en los diálogos y aunque él te ha dicho algunas cosas, permíteme matizar un poco más:

    “—Hola.— la saludó amistosamente. —No esperaba verte aquí.
    —¡Yo tampoco!— exclamó. —Estoy a cargo del puesto de Death Note. ¡Es como un sueño hecho realidad!“.

    Lo correcto sería así:
    —Hola —la saludó amistosamente—. No esperaba verte aquí.
    —¡Yo tampoco! —exclamó—. Estoy a cargo del puesto de Death Note. ¡Es como un sueño hecho realidad!

    Delante de las anotaciones del narrador, cuando ponemos un verbo dicendi, es decir, saludar, decir, hablar…, nunca va un punto o una coma antes del guión. Y detrás de lo que dice el narrador, siempre va el guión. En caso de que haya que poner punto o coma, este siempre va a continuación.
    Las anotaciones del narrador siempre van rodeadas del guión.

    Te dejo un enlace de Literautas donde lo explican todo muy bien: https://www.literautas.com/es/blog/post-2156/10-claves-para-escribir-dialogos-eficaces/

    En el primer párrafo y el primer diálogo utilizas tres veces el verbo acomodar, y suena un poco repetitivo.

    Por lo demás, me ha gustado. Espero seguir leyéndote.

    Un saludo.

    IreneR

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    1. Gracias por aclararlo, tengo que confesar que a César no le entendí muy bien pero me dio pena preguntar.
      ¡Y también gracias por la ayuda con el link! Ya lo corrijo.
      Saludos :D

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  6. Hola Evelyn. Te devuelvo la visita y de antemano te agradezco por leerme y comentar. La historia me pareció muy entretenida y bien contada. El comienzo del relato no permite vislumbrar lo que viene así que me sorprendí cuando llegué a la parte del terremoto, pero me gustó mucho la forma como lo manejaste.
    Solo tengo que comentar que me faltó saber qué pasó con Sara. Ese personaje estuvo presente en buena parte del inició (incluso llegué a pensar que el relato se trataba sobre la relación de ella y Daniel), y al final no supimos nada más de ella. Me hubiera gustado que incluyeras alguna frase sobre Sara en los últimos párrafos para que el lector no se quede con la duda.
    También iba a señalarte el error en los diálogos, pero veo que ya Irene te lo explicó muy bien.
    Saludos!

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    1. Gracias por leer mi relato ^u^
      Ahora se me ocurre que quizá hubiera sido una mejor idea que Sara rescatar a a Daniel, las ideas siempre llegan tarde.

      Saludos!

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  7. Leosinprisa.

    Hola Evelyn, me ha gustado tu relato de heroes cercanos, de esas personas que viven a nuestro lado y se comportan, en situaciones excepcionales, con una valentía que ningún superheroe podrá igualar, pues ellos son inmortales, imperecederos, ya sea en el cine o en un manga, pero los humanos normales lo arriesgan todo, su mayor tesoro, la vida. Por ello considero tu relato muy acertado.

    No tengo nada que corregirte, pues la cosas que he visto ya te las han puesto otros compañeros. Agradecerte tu comentario de mi texto, ha sido un placer leerte. Un saludo.

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  8. ¡Hola Evelyn!
    Es evidente que nos separan varias generaciones, en cuanto a la temática tratada. Me da un poco de vergüenza aceptar que no cargo idea de los términos y nombres que mencionas en tu relato, aunque creo imaginar que se trata de personajes de video juegos, al igual que la convención, escenario de tu relato.
    El cuento está bien escrito y es fácil de leer; una prosa directa y fluida -aunque se te chisporrotearon algunas erratas como jesús, que es nombre propio y va con mayúscula inicial, "alguna cantidad tiempo indefinida, abrió los ojos"; pero es cosa de releer los textos, prestando un poco de atención. Sin embargo, pienso que debés trabajar un poco más el desenlace y no anunciarlo antes. En general, a los lectores les gustan las sorpresas, de manera que, cómo dice Iria -nuestra joven Directora y ahora también mamá-, tratá de "dosificar" el final y guardate algo para antes del punto final. Espero que me hayas comprendido. Felicitaciones. nos vamos leyendo.

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