lunes, 18 de junio de 2018

EL HOMBRE AFORTUNADO - EL CHAVAL


Llevaba un hacha en la mano para afilarla un poco más con la muela de esmeril. Ya no daba el rendimiento adecuado para cortar los pequeños troncos de madera, que después servirán para dar confort con el chisporroteo de su consumo final en el hueco del hogar, ante el duro invierno que se presupone como siempre.
Su mujer, Petra, expulsando el mantel de restos del desayuno que se apresuran a picotear las gallinas, le dirige a su marido. —Vigila no te hagas daño, que estas herramientas buscan los dedos al menor descuido.
—No me hagas pensar en lo que éste palo con un trozo de hierro adherido puede hacer, que bien lo emplearía para cortarle la cabeza al mal nacido de Arsenio, le contesta su marido.
—Matías, deja ya de tenerle tanta rabia, que no sabes seguro de que sea el “renacuajo” el que te corta las tomateras o el que desvía el riego para los guisantes.
—Sabes, dice Matías, que el “tuerto”, también se ha quejado alguna vez de encontrar la tierra removida, recién plantados los ajos.
—Puede que sean los perros, le contesta su mujer, o jabalíes que merodean por aquí cerca, o también podía ser Drácula, que tanto le aterran los ajos; Petra no puede contener la risa. —Venga hombre no te hagas mala sangre.
A pesar de la buena intención de su mujer en distraerle, en lo que pudiera derivar en peleas trágicas que suceden no pocas veces en pequeñas comunidades, Matías continúa pensando en algún escarmiento para disuadirle de que debe dejar de molestar y estropear lo que se ha hecho con amor y esfuerzo.
Y además, al “renacuajo” de Arsenio, Matías le ve siempre con mal ojo, por su cara redonda, ojos saltones, desdentado y su caminar de puntillas como si tuviera miedo de aplastar huevos o, por el contrario, que se fuera adueñándose de él la metamorfosis para convertirse en sapo; Si así fuera, sin miramiento alguno le aplastaría la cabeza.
Matías, de robusta complexión, con brazos nervudos del esfuerzo en el trabajo de la tierra y el trato con herramientas pesadas, ya tuvo en la cuarentena de sus años la visión de que tenía que mecanizar el sistema de trabajo. Optó por comprar una cosechadora de cereales y ofrecer a los pequeños minifundistas del pueblo su servicio.
Ahora, en pleno mes de mayo y con el tiempo primaveral para la maduración de la colza, es una delicia y un sosiego para la mente el ver parcelas amarillas refulgentes como el sol, distribuidas entre medio de otros cultivos verdes, como la hierba que después será el alimento de animales.
El trabajo no le faltó nunca. Se consideraba un hombre afortunado y feliz; en el pueblo y alrededores le estimaban por su buen quehacer y ya se preparaban las reuniones de agricultores y organizar el sistema de rotación para que Matías con su cosechadora empezara el mes de julio, cuando la planta de la colza se haya ido transformando en el color marrón que le caracteriza por sus frutos que lleva dentro de la vaina.
Festividad de San Juan; la fiesta Mayor del pueblo, donde la gente se viste con sus mejores ropajes para encontrarse con sus vecinos y, por unos días, olvidar las pequeñas rencillas y alegrarse de tener este año la misericordia de la naturaleza, y dejar de lado los juramentos hacia el cielo, que el agricultor temeroso levanta la cabeza tantas veces como la baja para mover el azadón.
Y así se encontró de frente Matías y su mujer con el saltarino “renacuajo”. Mirada de soslayo uno, mirada del otro con ganas de entrar en discusión para afearle su con- ducta. La mujer tirando de la manga de la chaqueta de su marido y el otro envalen-tonado, le saca la lengua como criatura burlona.
—A éste le voy a dar tal escarmiento, que va a quedar desorientado de la cabeza más de lo que está para el resto de su vida; ya lo verás mujer!.
Llegó el día en que, el señor alcalde había reunido a labradores y ganaderos para informarles de la tanto tiempo esperada licitación para la construcción del matadero, y evitar desplazarse al pueblo mayor. Matías, disponía como trabajador del campo de algunos productos fitosanitarios y pensó, que algunos de ellos podían servir para hacerle quitar el vicio de destrozar sus queridas tomateras.
Una vez acabada la perorata del alcalde, se sirvieron unos refrescos y en un descuido del “renacuajo” le echó en su vaso de limonada unas gotas transparentes, sin olor ni sabor, pero de gran efecto persuasivo.
Salió de la reunión contento y satisfecho de su buena idea, para explicarle a su mujer que el “renacuajo” había salido un poco antes congestionado apretándose el cinturón para entrar en el “super” a comprar un gran paquete de papel higiénico. Más de uno se alegró al día siguiente, de las tribulaciones y muy escasa noche de descanso que supuso dejar la puerta del baño siempre abierta.


Once junio 2018

7 comentarios:

  1. Hola chaval.

    Tienes una buena historia. Bien contada. Solo que a mi se me hace algo pesada la lectura,por los párrafos tan largos. No consigo leerla de forma fluida. Será que me gustan las frases cortas y sencillas.


    Espero volver a leerte.

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  2. ¡Hola, Chaval!

    Empezaré por los corregibles.

    En los diálogos, exactamente donde interviene el narrador, tienes errores.

    “—No me hagas pensar en lo que éste palo con un trozo de hierro adherido puede hacer, que bien lo emplearía para cortarle la cabeza al mal nacido de Arsenio, le contesta su marido.”

    Una coma para separar dialogo, de intervención de narrador no es correcto, lo correcto es otra raya así:

    —No me hagas pensar en lo que éste palo con un trozo de hierro adherido puede hacer, que bien lo emplearía para cortarle la cabeza al mal nacido de Arsenio. —Le contesta su marido.

    “—Sabes, dice Matías, que el “tuerto”, también se ha quejado alguna vez de encontrar la tierra removida, recién plantados los ajos.”

    Poner dice Matías entre esa dos comas, es como si fuera parte del diálogo y que fuera parte de la información que un personaje da a otro. Lo correcto es acotar así:

    —Sabes —dice Matías— que el “tuerto”, también se ha quejado alguna vez de encontrar la tierra removida, recién plantados los ajos.

    “—Puede que sean los perros, le contesta su mujer, o jabalíes que merodean por aquí cerca, o también podía ser Drácula, que tanto le aterran los ajos; Petra no puede contener la risa. —Venga hombre no te hagas mala sangre.”

    Este debe ir así:

    —Puede que sean los perros —Le contesta su mujer— o jabalíes que merodean por aquí cerca, o también podía ser Drácula, que tanto le aterran los ajos. —Petra no puede contener la risa— Venga hombre no te hagas mala sangre.

    No sé si quisiste hacer diálogos de forma mixta aun así como lo hiciste sería incorrecto.

    Palabras mal escritas:
    “con- ducta”
    “envalen-tonado”

    Sobre la historia:
    Me parece que tienes algo muy bueno e interesante, me gusta cómo se expresan tus personajes, solo cuida la forma correcta de escribirlos.

    Un gusto leer y comentar tu historia.

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    1. Hola soy el chaval, gracias mil por tus buenas observaciones tan especificadas, tengo que tener mas cuidado con los diálogos.la separación de las palabras como "con-ducta" es fruto de no releer con tiempo, y las prisas te hacen ver que todo es conforme. Ahora paso al tuyo y no que creo encuentre nada que te pueda enseñar.

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  3. Saludos. En lo personal me parece una buena historia pero se me hace muy densa.

    Creo que tienes el mismo problema que yo al principio y con el cual aun lucho. Cuentas mucho y muestras poco. Trata de tu relato vaya narrándose de modo que el espectador pueda hacerse imágenes mas claras, tanto parloteo y cuentos cansan al momento de leer. La historia repito me parece buena pero para desarrollarla como un cuento mas largo en el cual se vaya mostrando todo lo que quieres decir en su precisa medida.

    Lo otro que veo es que al igual que yo por lo visto te gusta narrar en tiempo presente. Eso me gusta porque sumerge en la acción al lector pero es complicado y hay que tener mucho cuidado el momento de usar los verbos y no chocar con los tiempos, ademas de combinarlos adecuadamente. Es complejo y aun sigo aprendiendo pero poco a poco se mejora.

    Por lo demás sigue escribiendo. Nos leeremos luego. Si gustas puede pasar por mi relato el 5.

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    1. Hola , soy el Chaval, del 15. grcias por haber leido mi texto y tus opiniones, que siempre va bien para ir mejorando. En un momento pasaré por el tuyo.Tengo problemas con la contraseña anterior.

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  4. Hola Chaval:
    Tu relato me ha parecido un "mosqueo" inapropiado entre un señor maduro y un pobre hombre, al parecer, menudo y no muy agraciado.
    Pero cuando llegué a la "colza" me he echado a temblar.
    Te transcribo aquí el inicio de una noticia terrible que ocurrió en España con el aceite que se obtiene de la semilla de la colza.

    Envenenamiento masivo de 1981 en España

    Artículo principal: Enfermedad de la colza

    En España, se atribuyó a un manejo irresponsable y criminal de este tipo de aceite que produjo en la primavera de 1981 la muerte de 1100 personas y el envenenamiento de otras 60 000, según la Organización de Consumidores y Usuarios.5​ De ellas, 25000 resultaron con secuelas irreversibles.
    En cuanto a la fortuna del hombre, no cabe duda que poseer una cosechadora para bien ganarse la vida​ en estos tiempos que corren, no es poca cosa.
    Felicidades y nos seguiremos leyendo.

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  5. Hola, me has transportado al pueblo de mis abuelos paternos, un lugar pequeño donde abundan las rencillas vecinales, aunque no llegue la sangre al río jeje.
    Decirte que hay algunos signos como guiones en medio de palabras, quizá fue al pasarlo al formulario que se descolocaron.

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